
NECESITAMOS LA UTOPÍA LIBERTARIA
A mi hijo pequeño no quiero darle la luna,
darle la tierra quiero,
no una tierra cualquiera,
sino la tierra que anhelo.
Una tierra de personas,
no de esclavos del dinero,
una tierra de sueños,
en la que el poderoso sea bueno.
Una tierra justa y solidaria,
una tierra de futuro,
para los niños pequeños.
Porque quiero que mis hijos crezcan,
y que al crecer nunca pregunten:
¿Por qué nos hacemos tan ruines,
si al nacer, nacemos buenos?
DEDICADA A TODOS LOS APROPIADORES INDEBIDOS, A LOS QUE ODIAN, MALTRATAN, EXPLOTAN Y MATAN.
Bonitas palabras!
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