Empresario
y currela pringao, negociando.
Queridos
esclavos, explotados, precarizados, despedidos y desahuciados:
Después
de muchos años de comprobar que el trabajo estropea los huesos a los
currelas, los expertos en degradación colectiva, fueron a Atapuerca
para estudiar huesos y han llegado a una conclusión: En Atapuerca
los convenios firmados eran la ostia.
No se ha
encontrado ningún convenio, pero el estudio de los huesos lo
confirma. Se jubilaban muy pronto. Parece ser, por el desgaste de las
partes magras, que se jubilaban muy jóvenes, aunque parecían
viejos, por lo explotados que estaban.
Estudios
mucho más concienzudos, y después de preguntar a varias expertos
explotadores y ladrones actuales, se cree que hace 900.000 años se
jubilaban antes de los 18.
Después
de varias reformas y recortes de derechos y pescuezos, más o menos
hace 300.000 años se subió la jubilación a los 25 años. Y eso que
empezaban a trabajar a los 4 años.
Según
avanzamos, la edad de jubilación se va atrasando. Con la disculpa de
que cada vez vivimos más, quieren que cada vez trabajemos más.
Las
minorías pensantes que están en contra de la degradación
colectiva, y ante esta deplorable situación, se hacen la siguiente
pregunta: ¿Serán Ata-puercos?.
OSADA
TEORÍA
Las
marcas de los huesos revelan que los en-cagados de algunas zonas
tenían las caderas muy anchas. Se cree que era para poder aguantar
el peso de sus huevos (eran unos huevazos).
Hay otra
teoría que dice que las caderas anchas se deben a que cada jefe daba
por detrás a los que estaban por debajo de él, y que los de abajo
se daban entre ellos.
Así que
para aguantar las envestidas de tanto animal, el cuerpo se fue
amoldando a la situación y al entorno.
Unos
pocos, más inteligentes que la mayoría, se dieron cuenta que al
estar agachado y andar a cuatro patas, el riesgo de ser enculado era
mucho mayor.
Gracias a
esto, unos pocos humanos dieron un cambio abismal. Se pusieron a
caminar erguidos, y esto dificultó aquella mala costumbre.
Aunque
unos pocos se erguían, la mayoría seguía de rodillas y se seguía
arrastrando, porque se negaba a evolucionar y aceptaba la sumisión.
Y aceptaban que les dieran.
Pero como
los explotadores caníbales siempre te quieren devorar y joder, se
las apañaron y erguidos y todo, lograron joder a muchos humanos.
A estos
desgraciados explotadores, se les conocía por el nombre de
inhumanos.
MARCAS
QUE DEJAN MARCA
Por las
marcas encontradas en los huesos de la mayoría de los currelas, se
ha demostrado que ya existía explotación en las empresas de la
época.
Sus jefes
se los comían, pero antes les sacaban toda la sangre, para
aprovechar todo de ellos. Caníbales.
Todos los
huesos encontrados demuestran que desde que el hombre es currela ha
sido porculizado, puteado, humillado y devorado.
Y siempre
se le ha sacado toda la sangre.
Moraleja:
Muéstrame tu culo y te diré si tu jefe es un chulo.
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