BIEN JODIDOS!!!

Soy idiota por “la gracia” de dios. ¡qué gracia!

Si me engañan una vez y les vuelvo a apoyar………soy idiota.

Si me engañan dos veces y les vuelvo a apoyar………soy bidiota.

Si me engañan tres veces y les vuelvo a apoyar………soy tridiota.

Si me engañan cuatro veces y les vuelvo a apoyar………soy ...............

Asi hasta el infinito............................................porque sigo apoyándoles.

jueves, 10 de mayo de 2012

CURRELITA ROJA


Había una vez una currela muy solidaria. Sus padres eran militantes del comunismo libertario y la currela lo llevaba en la sangre; por eso todo el mundo le llamaba “Currelita Roja”.
Cuando entró a trabajar a relevos, un día, su madre le pidió que llevase el bocadillo y le haría el relevo a su abuela, que con las reformas ya no se podía jubilar nunca y trabajaba en una fábrica al otro lado de la ciudad, recomendándole que no se entretuviese en el trabajo, pues con la penúltima reforma laboral, conservar el trabajo era muy difícil, ya que siempre andaba acechando por allí el explotador.
Currelita Roja recogió el bocata y se puso en camino. La niña tenía que atravesar la ciudad para llegar al curro de la Abuelita, pero no le daba miedo porque allí siempre se encontraba con muchos conocidos: los compañeros de juegos, las cotillas...
De repente vio al explotador, que era enorme, delante de ella.
- ¿A dónde vas, niña?- le preguntó el explotador con su voz ronca.
- A hacer el relevo a mi Abuelita- le dijo Currelita.
- No está lejos, su puesto de trabajo - pensó el explotador para sí, dándose media vuelta.
Currelita puso su bocata en el vestuario y se entretuvo cambiándose de ropa: - El explotador se ha ido -pensó-, no tengo nada que temer. La abuela se pondrá muy contenta cuando me vea que vengo a hacerle el relevo.
Mientras tanto, el explotador se fue al curro de la Abuelita, llamó suavemente a la puerta y la anciana le abrió pensando que era Currelita. Un currela que pasaba por allí había observado la llegada del explotador.
El explotador despidió a la Abuelita y se puso a releer la reforma laboral de 2012, se metió en la oficina y cerró los ojos. No tuvo que esperar mucho, pues Currelita Roja llegó enseguida, toda contenta.
La niña se acercó a la fábrica y vio que su abuela estaba muy afectada, porque se había quedado sin trabajo y sin indemnización.
Entonces, vio al explotador que ya había contratado a otra persona y le dijo:
- Explotador, explotador, ¡qué jeta más grande tienes!
- Es para joder a los currelas mejor- dijo el explotador tratando de imitar la voz de buena persona.
- Explotador, explotador, ¡qué falso más grande eres!
- Es para engañarte mejor- siguió diciendo el explotador.
- Explotador, explotador, ¡qué reforma laboral más mala tienes!
- Es para... ¡joderte mejoooor!- y diciendo esto, el explotador malvado se abalanzó sobre la niñita y la despidió, lo mismo que había hecho con la abuelita.
Mientras tanto, el currela se había quedado preocupado y creyendo adivinar las malas intenciones del explotador, decidió echar un vistazo a ver si todo iba bien en el puesto de trabajo de la Abuelita. Pidió ayuda a un sindicalista, que conocía, por ser el que denunciaba siempre todas las injusticias, y los dos juntos llegaron al lugar. Vieron la puerta del curro abierta y al explotador tumbado en la oficina, riendo a mandíbula batiente, y se oían las carcajadas por toda la fábrica, de tan feliz que estaba.
El currela sacó su cuchillo y rajó el vientre del explotador. La Abuelita y Currelita estaban allí, ¡sonrientes!.
Para castigar al explotador malo, el currela le llenó el vientre de reformas laborales y luego lo volvió a cerrar. Cuando el explotador despertó de su pesado sueño, sintió muchísima sed y se dirigió a un estanque próximo para beber. Como las reformas laborales no hay quien se las trague, porque joden mucho, cayó en el estanque de cabeza y se ahogó.     
En cuanto a Currelita y su abuela, no sufrieron más que un gran susto, pero Currelita Roja había aprendido la lección. Prometió a su Abuelita no apoyar a los que aprueban reformas y a quienes las aplican. De ahora en adelante, seguiría las juiciosas recomendaciones de su Abuelita y de su Mamá.
Las recomendaciones eran estas:
1.- Denunciar siempre las injusticias.
2.- Apoyar y unirse a quienes siempre denuncian las injusticias.
3.- Participar y aportar ideas solidarias.
4.- Promover la autogestión y el apoyo mutuo.
5.- No permitir que nadie decida por ti.
6.- Hacer a los demás lo que quiero que los demás me hagan a mí.
Hay muchas más y la mayoría de las personas las conocen. Son todas esas que casi nunca se ponen en práctica.
¿FIN?

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Me he encontrado unos condones para usar cuando te joden en el trabajo. Como se da por hecho que te van a joder, desde un sindicato, te dan el consejo para que te protejas. Me ha gustado tanto que me voy a enterar quien ese sindicato tan cachondo. Si alguno lo conoce, espero que me informe.