Cuerda
del currela equilibrista
Un circo laboral
es un espectáculo vergonzoso, normalmente itinerante, que puede incluir a malabaristas,
equilibristas, acróbatas, payasos, magos, idiotizadores, adiestradores de
currelas y otros explotadores. También suele haber muchos currelas domesticados
que pasan por el aro.
Es presentado en el interior de una empresa y
cuenta con chivatos, vagos, explotadores y explotados.
En la actualidad existen
circos estables y fijos con equilibristas eventuales y precarios, y en muchas
ocasiones los contratos continúan con su carácter pasajero, lo cual puede ser
anunciado por un desfile o manifestación, avisando que el circo con una nueva
reforma laboral, va llegando al poblado.
El circo-laboral representa una importante parte
de la cultura humana, una asquerosa explotación construida a lo largo de muchos
siglos, prácticamente desde que el hombre empezó a registrar sus hazañas, sus
miedos, sus ideas, sus creencias, sus miserias, resumiendo, su cultura. LA
CULTURA DE LA EXPLOTACIÓN.
Hay que saber que la acrobacia,
así como el malabarismo, el contorsionismo, y otras prácticas como arrastrarse
o trepar que actualmente se asocian al mundo laboral, son expresiones humanas
anteriores a los propios conceptos de Circo-laboral o de Artes de la
Explotación
Por otro lado, los explotadores en su búsqueda
particular por demostrar gran poder, realizaban juegos malabares con currelas
de gran porte, pero que tragaban con ruedas de molino, por ejemplo.
Además, en otras
civilizaciones antiguas, las mujeres hacían, y todavía hacen, malabarismos con el
salario para llegar a fin de mes, y donde el éxito de su acto malabarístico
tiene consecuencias sociales importantes, respecto al matrimonio, a las
posibilidades de ascensión social, etc.
También llegaron noticias de las costumbres
indígenas, como en el caso de los Arrastecas, como su nombre indica (se
arrastraban de maravilla), y los Trepani, donde los malabares eran parte de los
juegos de los niños como por ejemplo, trepar mientras manipulaban a los demás.
Según decía la RPE-Real
Pandemia Española, el circo laboral era “el lugar reservado entre los empresarios
para algunos espectáculos, especialmente para las carreras para promocionar
entre vagos y chivatos”.
Además de estudiar carreras para conseguir un
curro, en el circo marrano, los desafíos concentraban los duelos a muerte por
conseguir un curro.
En este período llegaron
los títeres, llamados posteriormente sindicalistas o agentes sociales.
En mi opinión, en el circo laboral actual, la
pantomima es lo que se lleva.
El circo laboral y la vulneración de derechos
Domador de currelas
Son pocos los colectivos de
defensa de los derechos de los currelas, como el de vagos indecentes, que no
sólo se ríen a mandíbula batiente del trato que se le da a los pringaos que son
empleados en algunos curros, si no que desaprueban el hecho de sacar a los vagos
de su hábitat natural contra su voluntad, encerrarlos y usarlos para currar.
También se denuncian conductas que en muchos
circos laborales se ven habitualmente, como los equilibristas con red temporal
o parcial, que acarrean trastornos psicológicos a estas personas
por la vida en el circo laboral.
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