Queridos
esclavos: El trabajador ha sido apedreado desde que Cromañón era
responsable de recursos inhumanos en el ay-untamiento de Atapuerca. El currela
del pasado era ilógico, el del presente no es muy lógico y el del futuro será
el currela anal-lógico. Y es que lo lógico es que le den por el ano.
El beneficio empresarial se basa
en una regla de tres inversamente proporcional. Uno trabaja, otro le vigila y
el tercero se lleva toda la pasta. Cuanto menos concienciado está el currela
más forrado estará el que se lleva toda la tela.
La gente inteligente debería
darse cuenta (por eso casi nadie se da cuenta) que los beneficios empresariales
se basan en “la tela”. Para trabajar “la tela” se necesita saber de corte y
confección. Si el empresario coge toda “la tela” y se la quiere quedar, ¿qué le
hace al currela? Pues un recorte.
Cuando se monta una empresa se
confecciona una plantilla, y cuando al jefazo no le parece que “la tela” que él
se lleva es suficiente, aunque esté “forrado”, se recorta la plantilla. “Me
forro” y “mi plantilla” son inversamente proporcional. Por eso siempre hay algún
currela que piensa en limpiarle “el forro” a su jefe.
Todo el mundo quiere tener mucha
tela. En la tele se ve “la tela”: Chica que quiere “tela”, se arrima a hombre
con “tela”, le dice yo “tela”.... y así le saca lo que puede.
Pero al currela haciendo lo mismo
no le compensa. Él a su jefe “sela”, pero por poca “tela”.
Estamos en una sociedad en la que
el trabajo es como una letrina llena de mierda y estamos metidos hasta los
ojos. ¿Quién se atreve a abrir la boca?
Publicado en la revista de humor EL
KARMA en abril de 2003
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