DESPIDOFLEXIA
La
despidoflexia es el
arte de origen capitalista, consistente en despedir a los pringaos y
explotarles, recortarles, apretarles, estrujarles, doblarles,
humillarles, sin usar tijeras, ni pegamento.
Utilizando
la despidoflexia,
ésta
es una de las formas más habituales conseguidas
Cuando
algunas personas no quieren que les hagan despidoflexia, los poderes
utilizan otra cosa parecida al pegamento. “El
pegaymiento”.
De esta manera se
obtienen precarios variados, muchos de los cuales podrían
considerarse mendigos e incluso, esclavos.
La particularidad de
esta técnica es la transformación de la persona trabajadora, en
sumisa y obediente, adoptando la forma que el explotador desee.
Se
han aprobado nuevas formas de despidoflexia,
con nuevas formas de presión, recortes sin tijeras y porras, gracias
a malas personas que tienen malas ideas y tienen miedo a perder el
poder.
HISTORIA
DE LA DESPIDOFLEXIA
El
arte de la despidoflexia
es antiguo, y eso que a los esclavos, aunque los moldeaban a su
antojo, no les despedían, por eso no se crearon las secciones
sindicales hasta muchos años más tarde. Aunque ellos sabían
distinguir entre jefe y amo, cosa que ahora no ocurre.
El arte de despedir ha
tenido grandes avances en los últimos años, como puede observarse
en las colas de las oficinas de empleo, y el aumento de la venta de
rodilleras, por la necesidad, ante la postura de la mayoría que aun
conservan el trabajo.
Existen
actualmente una infinidad de motivos para despedir, e incluso se
puede despedir sin motivos, gracias a la colaboración de unos
organismos, llamados agentes políticos y sociales, apoyados por la
mayoría, que dominan la despidoflexia
con habilidad, ya que se les vota, apoya y subvenciona para que la
practiquen a diario y la enseñen a sus correligionarios.
Han
llegado a unos niveles tan altos en el dominio de la despidoflexia,
que la practican con sus propios trabajadores y votantes.
DESPIDOFLEXIA,
EL ARTE DE EXPLOTAR, HUMILLAR Y DESPEDIR
Para
saber si te gusta la despidoflexia,
sólo tienes que mirar si apoyas a quienes la practican.
Hay que tomarse todo esto con filosofía y humor, no queda otra. Saludos
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